miércoles, 25 de marzo de 2015

MADRE


Madre, tú que, como la luna, sabes de mis secretos, deseos y utopías, que sacrificas tus descansos para ofrendarnos tu amor y cuidados cada día, quiero dar gracias a la vida por poseer un trozo de ese corazón que sólo sabe de bondad, abnegación y ternura. Eres tan especial… No lo digo yo, ni tu familia, lo dice toda persona que se ha acercado a ti, para quien siempre tienes la palabra amable, el oído atento o el consejo sabio. Tú, la de la sonrisa eterna, a pesar de las adversidades que no pudieron mancillar tu alma, siempre estás. A cambio, sabes que posees lo más noble de los sentimientos de tus hijos, aunque a veces no encontremos como demostrártelo.
Contigo he aprendido que las hadas no sólo existen en los cuentos. En las noches sombrías de los miedos infantiles, en las penas amorosas o en los descalabros existenciales, siempre conté con la magia de tus caricias y el hechizo de tu voz. Ahora que el tiempo se desmenuza, se nos hace chiquito, no existen varitas más prodigiosas que tu dulce compañía y tu santa bendición. Las noches son soleadas, y no hay monstruos ni pesadillas, y yo puedo soñar que un unicornio nos espera para llevarnos a otro mundo. Porque deseo que en ese otro mundo inevitable, cercano o no, podamos estar juntas las dos.
Aprendí que, además de príncipes valientes, también existen princesas valientes. Con el escudo y la espada del coraje, atravesando bosques impenetrables, doblegando dolores y llantos, pudiste rescatarnos de los dragones que amenazaron la sobrevivencia de tu feudo. Hoy, a un largo trecho, aquellos eventos los convertimos en anécdotas y sonreímos. Ese pasado me hace concluir que, sin ti, no hubiéramos sido, ni somos, ni seremos. Por eso, todos, así grandes y canosos, no dejamos de buscar la suave fortaleza  que se esconde en tus brazos.  
De ti aprendimos las mejores lecciones: compromiso, solidaridad y compasión. Lo que poseamos de virtuosos te lo debemos a ti. ¿Cómo recompensar tu entrega e infinito amor? ¿Existirá en este planeta con qué? Mientras lo encuentro, madre, hada, princesa, amiga, confidente, ave, flor y luz, recibe mi corazón.   

Olga Cortez Barbera

No hay comentarios:

Publicar un comentario